El secreto para iniciarte en el modo manual
La luz es la herramienta más importante con la que trabajan los fotógrafos, cuanto más sepas sobre ella, cómo modificarla o qué condición de luz queda mejor para determinado sujeto, te convertirás en un/a mejor fotógrafo/a.
Dicho esto, lo más importante que debes aprender a hacer con tu cámara, es a controlar la luz que ingresa al sensor sin ayuda de nada (por hoy olvidemos los rebotadores, flashes y otros equipos de iluminación -con los que muchas veces no contamos- y concentrémonos sólo en la cámara).
¿Cómo puedes controlar la luz con tu cámara y qué puedes hacer con ella?
Tres cosas:
- Manejar la “profundidad de campo” correctamente (es decir, la cantidad de nitidez o desenfoque del fondo),
- Congelar el movimiento de un sujeto, o que éste se vea barrido,
- Capturar una imagen en condiciones con poca o mucha luz.
Cualquiera sea el caso, sólo necesitaremos el modo manual de nuestra cámara para resolverlo, condensando todo su poder en un simple principio técnico: “El triángulo de exposición”, que está compuesto por el diafragma.
(f), la velocidad de obturación y el ISO.
-¡Y eso con qué se come! Muchas personas se quedan divagando en el asunto mucho más tiempo del necesario, simplemente porque parece complicado ¡y ya verás que no lo es!-
En palabras ‘no técnicas’, se trata precisamente de aprovechar al máximo cada función que tiene nuestra cámara para dominar la entrada de luz en la imagen y que ésta no quede muy oscura, muy quemada o muy movida o desenfocada; y para que podamos lograr efectos geniales como congelar el movimiento o desenfocar el fondo:
Diafragma. Su función es permitir que ingrese cierta cantidad de luz al sensor, cerrándose o abriéndose como el iris del ojo humano, permitiendo a su vez enfocar o desenfocar el fondo.
Velocidad de obturación. Controla qué tan rápido cierran unas cortinillas para congelar el movimiento.
ISO. Nos ayuda a mantener el equilibrio en el fotómetro (indicador de entrada de luz) cuando una imagen se ve muy subexpuesta o quemada.
Qué configurar primero
Aquí viene lo más importante, el truco está en saber qué configurar primero, partiendo de nuestra intención. Piensa en cuál es tu prioridad:
- Manejar la “profundidad de campo” correctamente. Si lo que queremos es desenfocar el fondo para que el sujeto sobresalga en el encuadre, o si al contrario necesitamos que todo se vea nítido, comenzaremos a configurar el diafragma (f), luego la velocidad de obturación y por último el ISO.
Considerando que, mientras más cerrado esté el diafragma (número más altos) entrará menos luz al sensor, pero se verá más nítida la imagen; y viceversa, si está muy abierto, (números más pequeños) entrará más luz y tendremos mayor profundidad de campo (desenfoque del fondo).